martes, 19 de julio de 2011

Déjà vu

Hoy voy a dedicar la entrada a otra de las pequeñas cosas que me encanta: el Déjà Vu. Para los que no sepáis lo que es, un Déjà Vu es esa sensación (que seguramente alguna vez habéis tenido) de que lo que estamos diciendo o haciendo ya lo hemos dicho y hecho antes, en una época remota; de haber estado rodeados, hace tiempo, por las mismas caras, objetos y circunstancias; de que sabemos perfectamente lo que diremos a continuación, como si de pronto lo recordásemos. Suele tener una corta duración, pero mientras te ocurre (al menos yo) hago un pequeño parón mental para analizar la situación con cierto asombro, perplejidad e incredulidad, y me encanta la sensación de "esto ya lo he vivido". 
Hay diferentes teorías sobre "que son" estos Déjà Vu. Unas dicen que son recuerdos de una vida anterior de la que no somos conscientes. Otras que son premoniciones o predicciones del futuro. Las teorías científicas mas aceptadas hablan de que se trata de un desorden de la memoria, que podría ser resultado de la superposición entre los sistemas neurológicos encargados de la memoria reciente y los encargados de la memoria a largo plazo. Esto provoca un desfase en la recepción del entorno entre las mentes inconsciente y consciente, de tal manera que se crea la sensación de un recuerdo cuando, en realidad, el hecho lleva almacenado en nuestra mente tan sólo unos instantes.
El otro día, viendo la serie Fringe (serie que recomiendo encarecidamente a los amantes de las buenas series, misterio, sucesos paranormales, etc), el profesor Walter Bishop estableció una teoría sobre el Déjà Vu que me gustó bastante. Bien. Partimos de la suposición de que no nos encontramos en un universo único, si no que hay miles de universos. Cada uno de estos se crea a lo largo de nuestra vida y contiene una versión un poco diferente del mundo que conocemos y de nosotros mismos. La forma de la que se crean es con cada una de nuestras acciones, decisiones y las consecuencias que éstas conllevan. Me explico con un ejemplo: mañana pueden llamarte para un puesto de trabajo importante en una ciudad extranjera y tú puedes aceptar o rechazar dicho trabajo. Tu línea temporal (o tu existencia) queda entonces bifurcada en dos caminos diferentes: uno sería tu vida, tu realidad, tu todo si aceptaras ese trabajo, y la otra si no lo aceptaras, de tal modo que cada una de esas lineas contiene un "universo" ligeramente diferente. Por tanto, a lo largo de nuestra vida esta "linea" se irá ramificando mas y mas hasta que "coexistan" multitud de universos con todas las combinaciones posibles de vidas que podríamos haber tenido. Pues bien, Walter dice que un Déjà Vu es simplemente un viaje o conexión de nuestra mente o subconsciente a una de esas otras realidades paralelas que he explicado. 
Lo cierto es que cuando lo vi me gustó bastante y me parece una forma "bonita" de explicar este fenómeno tan extraño.


martes, 12 de julio de 2011

Las pequeñas cosas


Bueno. En esta primera entrada debería ponerme a hablar de lo que va a ser este blog, pero prefiero que sea él mismo el que se vaya explicando según vaya rellenándose con historias varias. Es como la vida misma: todos sabemos lo que es, pero nadie sabe explicarla. Es ella misma la que con el paso del tiempo, nos va explicando a cada uno de nosotros su sentido. Para finalizar, os dejo unas cuantas fotos de una de las pequeñas cosas que mas me fascinan: perderme en el horizonte del mar.


El mar, espectáculo divino, es el objetivo diario de miles de amantes de la fotografía.
Al amanecer, al anochecer, en medio de la calma, o agitado por la más violenta de las tormentas, el mar impresiona por su belleza y su grandiosidad.Compañero inseparable del cielo, adopta sus colores para disfrazarse mientras sigue bailando al compás del viento que exista en el lugar. Romántico, melancólico, indomable, caprichoso, es un bien precioso que debemos cuidar.